domingo, mayo 24, 2020

72 horas después, el Gobierno no aclara “el pacto”


A la crisis del COVID-19 (Sanidad, Economía y Empleo) hemos de añadir la crisis institucional causada por un Gobierno quebrado por el disparate político del pacto para la derogación integra de la reforma laboral, que afecta a:

a.    La estabilidad del Gobierno de coalición del PSOE y UP, donde se han enfrentado públicamente los vicepresidentes Nadia Calviño y Pablo Iglesias.
b.    El PSOE, sostén del Gobierno, con la pelotera entre Ábalos secretario de organización  y Lastra portavoz del grupo parlamentario socialista.
c.    El estupor de muchos socialistas, entre los barones regionales pulula la idea de que se trata de  un acuerdo innecesario, que sólo beneficia a Bildu, aunque muestran su apoyo al Gobierno, en distintos grados y matices:
·         El presidente de Castilla-La Mancha, rechazando rotundamente  el pacto y subrayando que da “por no hecho” el acuerdo firmado por los portavoces parlamentarios de PSOE, Unidas Podemos y Bildu, apelando a construir consensos, pidiendo que se tome a Ciudadanos de ejemplo.
·         El presidente de Aragón, ha dejado entrever su malestar y ha hecho hincapié en que los acuerdos que comparte son aquellos que se hacen con los partidos que creen el futuro común de los españoles”, citando, en concreto, al partido de Arrimadas y al pacto logrado.
·         El presidente de Canarias, ha pedido al Gobierno que aclare el contenido del acuerdo entre PSOE, Unidas Podemos y Bildu, que ha recibido con sorpresa, en él que se contempla una mayor capacidad de endeudamiento y de gasto  para el País Vasco y Navarra, además de la derogación “íntegra” de la reforma laboral.
·         El presidente de la Comunidad Valenciana, ha dejado claro al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que el nuevo marco laboral que rija en España se debe hacer desde el acuerdo y no se puede obviar, en ningún caso, el diálogo social.
·         El presidente del Principado de Asturias,  ha dicho que prefiere centrarse en la derogación de la reforma laboral como una cuestión incluida en el programa de Gobierno entre PSOE y Unidas Podemos, y no con quién se ha alcanzado el pacto.
·         La presidenta de Navarra,  ha considerado de igual forma: “no hay que ver tanto con quién sino para qué; y, si las medidas son buenas, lo son independientemente de con quién se firme”.
·         La presidenta de La Rioja entiende que, el asunto de la derogación de la reforma laboral está incluido en el programa electoral y en el pacto de Gobierno con Unidas Podemos y, por tanto, “sigue vigente”.
·         La presidenta balear y el presidente de Extremadura, parece que prefieren no entrar en el asunto
d.    La retirada de la CEOE de la mesa del ‘diálogo social’ a la que hay que añadir que el  PP se replantea su presencia en la Comisión del Congreso para la Reconstrucción Económica del país al igual la propia CEOE mientras el Gobierno no renuncie por escrito a la reforma íntegra de la vigente reforma laboral.

Todas heridas profundas  en el seno de la estabilidad institucional que en el peor escenario de nuestra historia  nos hacen temblar por la debilidad del Gobierno, debilidad que nos deja al capricho de aquellos que siempre sacan tajada, añadiendo  más preocupación a la situación.

De pronto, lo que parece que no ha sido un error, hace que la legislatura se tambalee sin motivación alguna, cuando a nadie se le escapa la necesidad de un Gobierno estable y moderado que al margen de la “desescalada”  sanitaria, plante cara a la destrucción de más de un millón de empleos, el cierre de miles de empresas, el déficit, la caída del PIB y la deuda del Estado. A lo que debe añadirse que nuestra principal industria -el Turismo- depende de las inseguras vacaciones de verano, por no mencionar la incertidumbre sobre un posible repunte de la pandemia a principios de otoño.

El corolario a todo esto  no puede ser otro que la necesidad de un Gobierno estable, con una mayoría parlamentaria suficiente, que con una gestión moderada y razonada, ofrezca a los mercados internacionales y a la UE un marco de confianza y seguridad jurídica, lo que resulta inimaginable en este nuestro sufrido país, pero que ahora más que nunca es imprescindible para recuperar los empleos y la economía.

Setenta y dos horas después seguimos sin saber el alcance del acuerdo con Bildu, ni las  consecuencias para la reforma laboral  -probablemente pocas-, excepto que los acuerdos con el País Vasco y Navarra nos van a salir más caros y que Iglesias está más cómodo con Bildu que con el PNV y que prefiere los acuerdos con ERC antes que con Ciudadanos por lo que ha montado este sainete, este “golpecito” que ha hecho trastrabillar al Gobierno.

Y mientras, Nadia Calviño, vicepresidenta segunda del Gobierno y responsable de Economía, tiene que encarar la más importante crisis económica del país del último siglo, actuando en tres frentes:
a)    la gestión económica y social de la crisis.
b)    la relación con la UE de cara a las ayudas y rescate financiero que España espera recibir de Bruselas; y
c)    la elaboración de los Presupuestos de 2021.

Tarea para la que necesita la participación integra del Gobierno, respetando su liderazgo en materia económica, sin tener que cargar con decisiones impuestas por otros miembros que antepongan sus compromisos ideológicos al bienestar del país; tal y como lo hemos visto en su respuesta: “lo ve absurdo y contraproducente derogar la última reforma en plena recesión y creando una grave inseguridad jurídica en el país”, rechazando el pacto.

Como deberá oponerse a la pretendida reforma fiscal de “impuestos contra los ricos de Iglesias” –que perjudicará a los pobres- para iniciar la tan necesaria e inaplazable "Reforma Fiscal", como se opuso a los disparates del ministro Garzón contra el turismo, y también a la “renta básica” en los términos que plantea UP -coladero incontrolable para los más de dos millones de ciudadanos de la economía sumergida del país que ahora van a poder cobrar dos sueldos-.

La UE no aceptará a España despilfarros de propaganda populista, ni de compra de voluntades políticas. Antes al contrario, ejercerá un control estricto del uso de los fondos europeos que puede recibir España por los distintos conceptos. Por todo ello el presidente del Gobierno deberá estar muy atento a los desatinos de Iglesias y su recua.

¡Es el rescate amigos! Y no hay brujo de la Moncloa, ni conjuro de Sor. Patrocinio[1] que valga.



[1]También conocida como la Monja de las Llagas, fue una religiosa española de gran presencia en la vida social y política española durante la segunda mitad del siglo XIX, debido a la influencia que ejerció sobre la reina Isabel II.


No hay comentarios: