domingo, mayo 24, 2020

72 horas después, el Gobierno no aclara “el pacto”


A la crisis del COVID-19 (Sanidad, Economía y Empleo) hemos de añadir la crisis institucional causada por un Gobierno quebrado por el disparate político del pacto para la derogación integra de la reforma laboral, que afecta a:

a.    La estabilidad del Gobierno de coalición del PSOE y UP, donde se han enfrentado públicamente los vicepresidentes Nadia Calviño y Pablo Iglesias.
b.    El PSOE, sostén del Gobierno, con la pelotera entre Ábalos secretario de organización  y Lastra portavoz del grupo parlamentario socialista.
c.    El estupor de muchos socialistas, entre los barones regionales pulula la idea de que se trata de  un acuerdo innecesario, que sólo beneficia a Bildu, aunque muestran su apoyo al Gobierno, en distintos grados y matices:
·         El presidente de Castilla-La Mancha, rechazando rotundamente  el pacto y subrayando que da “por no hecho” el acuerdo firmado por los portavoces parlamentarios de PSOE, Unidas Podemos y Bildu, apelando a construir consensos, pidiendo que se tome a Ciudadanos de ejemplo.
·         El presidente de Aragón, ha dejado entrever su malestar y ha hecho hincapié en que los acuerdos que comparte son aquellos que se hacen con los partidos que creen el futuro común de los españoles”, citando, en concreto, al partido de Arrimadas y al pacto logrado.
·         El presidente de Canarias, ha pedido al Gobierno que aclare el contenido del acuerdo entre PSOE, Unidas Podemos y Bildu, que ha recibido con sorpresa, en él que se contempla una mayor capacidad de endeudamiento y de gasto  para el País Vasco y Navarra, además de la derogación “íntegra” de la reforma laboral.
·         El presidente de la Comunidad Valenciana, ha dejado claro al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que el nuevo marco laboral que rija en España se debe hacer desde el acuerdo y no se puede obviar, en ningún caso, el diálogo social.
·         El presidente del Principado de Asturias,  ha dicho que prefiere centrarse en la derogación de la reforma laboral como una cuestión incluida en el programa de Gobierno entre PSOE y Unidas Podemos, y no con quién se ha alcanzado el pacto.
·         La presidenta de Navarra,  ha considerado de igual forma: “no hay que ver tanto con quién sino para qué; y, si las medidas son buenas, lo son independientemente de con quién se firme”.
·         La presidenta de La Rioja entiende que, el asunto de la derogación de la reforma laboral está incluido en el programa electoral y en el pacto de Gobierno con Unidas Podemos y, por tanto, “sigue vigente”.
·         La presidenta balear y el presidente de Extremadura, parece que prefieren no entrar en el asunto
d.    La retirada de la CEOE de la mesa del ‘diálogo social’ a la que hay que añadir que el  PP se replantea su presencia en la Comisión del Congreso para la Reconstrucción Económica del país al igual la propia CEOE mientras el Gobierno no renuncie por escrito a la reforma íntegra de la vigente reforma laboral.

Todas heridas profundas  en el seno de la estabilidad institucional que en el peor escenario de nuestra historia  nos hacen temblar por la debilidad del Gobierno, debilidad que nos deja al capricho de aquellos que siempre sacan tajada, añadiendo  más preocupación a la situación.

De pronto, lo que parece que no ha sido un error, hace que la legislatura se tambalee sin motivación alguna, cuando a nadie se le escapa la necesidad de un Gobierno estable y moderado que al margen de la “desescalada”  sanitaria, plante cara a la destrucción de más de un millón de empleos, el cierre de miles de empresas, el déficit, la caída del PIB y la deuda del Estado. A lo que debe añadirse que nuestra principal industria -el Turismo- depende de las inseguras vacaciones de verano, por no mencionar la incertidumbre sobre un posible repunte de la pandemia a principios de otoño.

El corolario a todo esto  no puede ser otro que la necesidad de un Gobierno estable, con una mayoría parlamentaria suficiente, que con una gestión moderada y razonada, ofrezca a los mercados internacionales y a la UE un marco de confianza y seguridad jurídica, lo que resulta inimaginable en este nuestro sufrido país, pero que ahora más que nunca es imprescindible para recuperar los empleos y la economía.

Setenta y dos horas después seguimos sin saber el alcance del acuerdo con Bildu, ni las  consecuencias para la reforma laboral  -probablemente pocas-, excepto que los acuerdos con el País Vasco y Navarra nos van a salir más caros y que Iglesias está más cómodo con Bildu que con el PNV y que prefiere los acuerdos con ERC antes que con Ciudadanos por lo que ha montado este sainete, este “golpecito” que ha hecho trastrabillar al Gobierno.

Y mientras, Nadia Calviño, vicepresidenta segunda del Gobierno y responsable de Economía, tiene que encarar la más importante crisis económica del país del último siglo, actuando en tres frentes:
a)    la gestión económica y social de la crisis.
b)    la relación con la UE de cara a las ayudas y rescate financiero que España espera recibir de Bruselas; y
c)    la elaboración de los Presupuestos de 2021.

Tarea para la que necesita la participación integra del Gobierno, respetando su liderazgo en materia económica, sin tener que cargar con decisiones impuestas por otros miembros que antepongan sus compromisos ideológicos al bienestar del país; tal y como lo hemos visto en su respuesta: “lo ve absurdo y contraproducente derogar la última reforma en plena recesión y creando una grave inseguridad jurídica en el país”, rechazando el pacto.

Como deberá oponerse a la pretendida reforma fiscal de “impuestos contra los ricos de Iglesias” –que perjudicará a los pobres- para iniciar la tan necesaria e inaplazable "Reforma Fiscal", como se opuso a los disparates del ministro Garzón contra el turismo, y también a la “renta básica” en los términos que plantea UP -coladero incontrolable para los más de dos millones de ciudadanos de la economía sumergida del país que ahora van a poder cobrar dos sueldos-.

La UE no aceptará a España despilfarros de propaganda populista, ni de compra de voluntades políticas. Antes al contrario, ejercerá un control estricto del uso de los fondos europeos que puede recibir España por los distintos conceptos. Por todo ello el presidente del Gobierno deberá estar muy atento a los desatinos de Iglesias y su recua.

¡Es el rescate amigos! Y no hay brujo de la Moncloa, ni conjuro de Sor. Patrocinio[1] que valga.



[1]También conocida como la Monja de las Llagas, fue una religiosa española de gran presencia en la vida social y política española durante la segunda mitad del siglo XIX, debido a la influencia que ejerció sobre la reina Isabel II.


viernes, mayo 22, 2020

“La Corte de los milagros”



Cada día, en esta “Corte de los milagros”[1]   en que hemos convertido a España, nos despertamos con un dislate mayor. El gobierno ya me tiene acostumbrado al –hoy desbarro más que ayer, pero menos que mañana- pero la bronca y monumental enredo en el seno del Gobierno y en las relaciones del PSOE con Podemos y Bildu de ayer, me ha obligado a sustituir la entrada que tenía prevista para este día en este blog, puede que con demasiada prisa y poca reflexión, pero no es para menos, a mi entender.
El PSOE, Bildu y Podemos se comprometieron el miércoles, en un pacto secreto, a derogar la reforma laboral de Mariano Rajoy, a cambio de que Bildu se abstuviera, innecesariamente,  en la votación sobre la prórroga del “Estado de alarma” con el que no tenía nada que ver, y el desconocimiento  por parte del Gobierno, los sindicatos y la CEOE.
La crisis estalla en el Gobierno de coalición, cuando tras reconocer la portavoz del PSOE en el Congreso que ella “no leyó lo que firmaba”, el Gobierno rectifica el pacto firmado, reconociendo que la reforma laboral no se derogará de manera inmediata ni en su totalidad.
Esta comedia de enredo y disparate, en la que Adriana Lastra, firmante del pacto dice que “lo hizo sin leerlo creyendo que firmaba otra cosa”; Iglesias desafía a Sánchez diciendo que “los pactos firmados hay que cumplirlos”, lo mismo que ha dicho Arnaldo Otegui y lo redondea la Ministra de Igualdad recordando que “lo firmado, firmado está”; la vicepresidenta segunda del Gobierno y responsable de Economía, Nadia Calviño - en las circunstancias actuales pieza clave de la acción del Gobierno en la gestión económica y social de la crisis, la relación con la UE de cara al rescate financiero y la elaboración de los Presupuestos de 2021,desautoriza el acuerdo y exige que se respete su liderazgo en materia económica; y el presidente Sánchez conocedor del pacto, lo aceptó públicamente en sede parlamentaria, en respuesta a la portavoz de Bildu dijo que sus acuerdos son “indelebles”,  sabía lo que decía. Se convierte en esperpento al desarrollarse en plena crisis sanitaria, económica y social del país en la que la “reforma laboral” con sus maldades –que son muchas-  y bondades, es una pieza imprescindible para lograr la recuperación de las empresas y el empleo.

Veremos que hace y dice el presidente sobre lo ocurrido, probablemente nada,  al final Sánchez e Iglesias se entenderán, dejando eso si, deterioro institucional e inestabilidad, en medio de la grave crisis sanitaria, económica y social, poco le importa, Sánchez vive al día, olvida y cambia según le convenga.





[1] Una obra protagonizada por las intrigas, el cabildeo y las camarillas de una realidad ya de por sí esperpéntica: la España isabelina. De D. Ramón del Valle-Inclan




jueves, mayo 21, 2020

El gobernador del Banco España


Hace tres días de la comparecencia ante la comisión de Economía del Congreso, en cumplimiento del mandato legal, del gobernador del Banco de España para informar  de los efectos económicos de la pandemia.
Las dos facciones ya han sentenciando y opinando, en muchos casos sin haber escuchado lo que dijo -démosles el beneficio de la duda de que lo han oído o leído- y desde luego sin haberlo reflexionado, por falta material de tiempo unos y de capacidad otros, o las dos cosas.
Dejando aparte sus aciertos y desaciertos, servidumbres y errores de bulto; era el Banco de España informando al Parlamento –del que emanan todos los poderes del Estado, somos un régimen parlamentario aunque no lo parezca- y consecuentemente el gobierno y oposición deben prestar atención, y no limitarse a oír a sus corifeos.
El informe carente de la vanilocuencia, tan de moda entre los políticos, no cae en la hipocondriasis ni en el optimismo vacio, razón suficiente para recibir de todos los lados. Lo podría haber dicho de otro modo, pero no más claro -lo tenemos difícil, por no decir jodido-; llueve sobre mojado y si ya lo teníamos crudo,  con  pandemia todo se enreda más.
D. Pablo Hernández de Cos, gobernador del Banco de España, ha venido a decir:
a.    Que el confinamiento provocará una contracción “muy severa” del PIB de entre el 9,5% y el 12,4% este año, con una recuperación en 2021 insuficiente para alcanzar el nivel anterior.  Descartado el escenario de una recesión breve, que estimó en abril, y ahora estima una duración más larga.
b.    Que la recuperación “no estará exenta de dificultades, sin que se puedan descartar escenarios más desfavorables que los considerados actualmente”.
c.    Que la conmoción será mayor cuanto más dilatado sea el período de restricciones de actividad y más, si los riesgos y problemas de liquidez dan paso a situaciones de insolvencia.
d.    Que el coste presupuestario de la crisis será “muy alto” por el efecto de las medidas “atenuantes” adoptadas – cifrando  en 3 puntos el impacto directo sobre el PIB de las mismas, sin incluir los avales- lo que generara un déficit público “muy elevado” este año. Y elevara el índice deuda pública hasta situarlo entre el 115% y el 120% del PIB.
e.    Que la Renta Mínima puede ser “deseable” en términos de equidad social, siempre que se haga un diseño “muy cuidadoso” de la misma, para evitar que genere  “trampas de pobreza, desincentivos a la oferta laboral o incluso economía sumergida”. Recordando la experiencia de otros países.
f.     Que han de  adoptarse medidas fiscales que eviten “destrucción permanente del tejido productivo”, pero sin que suponga  una retirada de las medidas fiscales de emergencia adoptadas, pues esto aumentaría el riesgo de que el crecimiento económico sufriera daños más duraderos, en contrapartida  sería necesario el anuncio urgente, para su implementación gradual, de una estrategia de reducción de los desequilibrios fiscales.
Si se asume el panorama negativo sobre el crecimiento, el déficit y la tasa de paro, tendremos que concluir que estamos frente a datos peores que en la anterior recesión, y que sin entrar en más detalles se requieren medidas contundentes, acotadas en el tiempo y coordinadas, que es lo que ha reclamado el Sr. Hernández de Cos, ante el panorama de una crisis larga: “Un acuerdo político para varias legislaturas, con el fin de impulsar un programa de reformas estructurales que permitan el saneamiento de las cuentas públicas, con una revisión del gasto y mejora de los ingresos fiscales. Incidiendo en que:  “Parece razonable repartir entre el conjunto de la sociedad los costes que una parte de la ciudadanía ya está soportando de una forma muy directa”.
Lo que el gobernador reclama, y no queda otra, es política económica de verdad, que pasa por pactos acordes con la magnitud del problema -el mayor por sus efectos, desde la guerra civil- y no valen acuerdos parlamentarios puntuales y día a día, la geometría variable en política sólo permite salir del paso..
El dilema no es economía o salud;  más víctimas o más recesión. Es planificar una estrategia clara de saneamiento de las cuentas públicas, muy débiles,  con un programa de consolidación presupuestaria que revise el gasto, su estructura y las capacidades impositivas acordes al crecimiento potencial de la economía española, del cual depende el nivel de bienestar a largo plazo.
No olvidemos que en economía, los efectos se dilatan mucho respecto a las causas.



martes, mayo 19, 2020

Los Fondos SURE



El Gobierno  de España ha confirmado que ya va a solicitar a la UE los fondos de ayuda al empleo para sufragar con ellos el gasto de los ERTEs.

El mecanismo , bautizado como “SURE”, que pretende ayudar a costear las medidas destinadas a evitar los despidos por la pandemia de coronavirus. Presenta las siguientes características:
a.    Se trata de un instrumento, dotado con 100.000 millones de euros.
b.    Es de apoyo temporal, para mitigar los riesgos de desempleo en una emergencia (SURE).
c.    Forma parte de los 540.000 millones que el pasado 9 de abril aprobó el Eurogrupo.
d.    Ofrece créditos blandos a los Estados miembros.

La pandemia ha causado graves alteraciones económicas y sociales a muchas empresas, que han tenido que recurrir a las ayudas públicas para mantener a sus trabajadores, el SURE garantizará que los Estados miembros dispongan de los medios necesarios para financiar las medidas de lucha contra el desempleo y la pérdida de ingresos.


 Aunque todos los Estados miembros podrán hacer uso del SURE, este, está dirigido especialmente a los trabajadores de las economías más afectadas, caso de la española, apoyando programas laborales a corto plazo y medidas similares que  ayuden a proteger a los empleados y a los autónomos contra el riesgo de desempleo y/o pérdida de ingresos.


Sin embargo, las posibilidades que ofrece el SURE están muy lejos de las necesidades de España, incluso con unas proyecciones económicas optimistas, como reconoce el socialista y Alto Representante para la Política Exterior, Josep Borrell


El volumen de fondos, máximo posible, resulta claramente insuficiente, ya que si bien se adjudican los recursos en función de las necesidades de los países solicitantes, se establece el límite de que los tres países que más fondos reciban no deben superar el 60% del total (lo que nos da, 60.000 millones de euros para tres) en consecuencia si España está entre esos países beneficiados, y en el hipotético caso de un reparto igualitario (aunque otros socios como Italia podrían necesitar más ayuda), nos tocarían 20.000 millones que apenas cubre un mes y medio de ERTEs. En las seis semanas que llevamos de gestión de la pandemia, el Estado ya ha desembolsado 17.894 millones en ellos, según detalló el Gobierno en el plan de Estabilidad enviado a Bruselas-.

Es decir que si ya lo teníamos crudo, la pandemia nos lo complica un poco más.



domingo, mayo 17, 2020

Los Fondos MEDE



Nos ha anunciado D. Pedro Sánchez que ya va a pedir los fondos de la UE de ayuda al empleo, para sufragar con ellos el gasto de los ERTEs; también pedirá los 24.000 millones del rescate de España a los Fondos MEDE. 

Sonríe el Presidente,  nadie puede negar que  tiene baraka[1], las piezas del rompecabezas, cual cuento de “La Lechera” parece que se le acoplan:

ü  La prórroga de 30 días del estado de alarma
ü  Los presupuestos –donde Iglesias quiere introducir su impuesto contra “los ricos”-, son su prioridad, por delante de cualquier otra cosa, los necesita para la estabilidad y para acceder a las ayudas financieras que la UE. 
ü  El dinero de refresco de la UE para el empleo y sanidad. A partir del día 1 de junio, fecha en la que se abre a España la posibilidad de recibir 25.000 millones de euros de los 240.000 de los fondos MEDE de rescate para paliar los gastos de la Sanidad, ayuda importante  a la que luego se pueden sumar otras: al empleo de una parte de los 100.000 millones de euros de la Comisión Europea; a las empresas con parte de los 200.000 millones de euros del BEI (Banco Europeo de Inversiones); y a la recuperación económica del Estado con una parte -en créditos y subvenciones- de los fondos de 1.500 millones de euros que, mutualizados en los Presupuestos de la UE, se esperan aprobar en el Consejo Europeo.
ü  Y mientras, VOX paseando por el barrio de Salamanca, aporreando cacerolas y Pablo Casado se entretiene soplando los fuegos de la Comunidad de Madrid.

Pero, centrémonos en los Fondos MEDE[2], el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE) es similar en su mecánica a un Fondo Monetario Internacional a la europea:

      I.        Puede efectuar préstamos a los países en crisis a condición de que se cumplan ciertos requisitos económicos, sin que por ello se pierda la máxima nota de las agencias de calificación.
    II.        El Fondo MEDE también puede comprar bonos soberanos en el mercado primario para aliviar la presión sobre los países con problemas, aunque esta medida siempre esta sujeta a un programa con estrictas condiciones para el país beneficiario.
   III.        Los créditos que conceda están en segundo lugar de preferencia de cobro, solo por detrás de los del FMI. Esto significa que si los países tuviesen dificultades para pagar sus deudas, los préstamos del MEDE deberían pagarse antes que cualquier otro.

¿Por qué los países son reacios a pedir esta ayuda?

a.    El MEDE supedita su intervención a la imposición de “estrictas condiciones” que pueden poner en dificultades al Gobierno que pida su ayuda -“El Rescate”-, estigmatizándolo.
b.    Exigencia, esta, absolutamente imprescindible para  los socios del norte, al considerar que es vital cortar la irresponsabilidad fiscal con la que se han conducido los solicitantes del Fondo.
c.    Los programas de reforma y ajuste exigidos, son valorados muy positivamente por los mercados, pero suponen, sin embargo, por sus medidas, un desdoro cuando no deshonra para los receptores que temen el carácter condenatorio de unos programas de austeridad y recortes, potencialmente muy impopulares.

Pero Sánchez, al que en su frenesí, sólo le falta batir al coranovirus para, cual moderno Octavio, ser aclamado Augusto e Imperator, y eternizarse en el poder. Se resistió a solicitar ante la UE el rescate financiero que finalmente -a falta de otra alternativa, mejor o autónoma, no les pagan por pensar- no tiene más remedio que requerir. Subrayando, eso si,  que no se trata de un “rescate” porque no habrá ‘hombres de negro’ ni reformas estructurales obligadas (recortes) sino unos fondos exclusivos para pagar las facturas de la Sanidad. 

-A pesar de que se abran el futbol, la caza y los bares y se cierren las escuelas, nos queda algo de memoria Sr. Sánchez. Tenemos memoria y no hace tanto de las palabras y los hechos de los Sres.. Zapatero y Rajoy.

Y eso, significa que el deterioro de la economía española será enorme. 






[1] La baraka:"bendición, carisma, gracia divina". Es una especie de bendición en el islán.
[2] El MEDE es un fondo económico destinado a ayudar a los Estados de la zona del euro con problemas de deuda soberana, creado el 11 de julio de 2011 por los ministros de Finanzas de la moneda única. Los estados del euro decidieron en otoño de 2010 la creación de este fondo de rescate permanente, que asistiría a países con dificultades de financiación a partir del 1 de julio de 2012.


sábado, mayo 16, 2020

¿Ajustar la pandemia a la economía o la economía a la pandemia?


Es muy difícil, para cualquiera, gobernar ante una disyuntiva de riesgo sanitario o ruina económica, con una mínima eficacia. Pero el Gobierno no tiene más remedio que gobernar y, si no saben y/o no quieren hacerlo, deberían tener la decencia de dejarlo.
Pedro Sánchez, que ve la orejas al lobo, se esconde detrás de los técnicos, y pretende camuflar las decisiones políticas en meras opciones y alternativas técnicas mediante la imprescindible argumentación científica. Pero no vale que se resguarde en la opinión de una imprecisa comunidad científica, como tampoco las excusas de la “malvada” oposición, ni mucho menos esperar cachazudamente el  Plan Marshall” que llegara de Europa.
Con la pandemia, el Gobierno lleva desde el principio escondiéndose detrás de las decisiones técnicas, “la comunidad científica”, pero en casi todos los aspectos de la vida y en la situación social en la que estamos también, las opciones son diversas y las alternativas múltiples. Consecuentemente las decisiones del Gobierno son y han de ser políticas. 
Tampoco es cierto que el único objetivo sea ni haya de ser el sanitario, en este tema hay otras muchas variables y finalidades a tener en cuenta, aparte de la sanitaria. Cuando el tiempo diluya la emergencia sanitaria, comprobaremos que las consecuencias económicas van a ser tanto o más letales que la propia pandemia y se desencadenará una crisis de enormes dimensiones.
Esta crisis tiene dos variables, la sanitaria y la económica (incluso tendríamos que considerar otras más), por lo que las decisiones que se adopten no pueden ser exclusivamente técnicas o científicas y los criterios seguidos ser tan volubles, discutibles, arbitrarios y hasta a veces contradictorios. Las decisiones deben ser políticas y equilibradas entre esas dos opciones: 
·         ¿Cuánto riesgo asumimos para salvar la economía? 
·         ¿Cuánta economía estamos dispuestos a sacrificar para minimizar el riesgo? 
Es más, a la hora de adoptar medidas para reducir el riesgo de contagio parece evidente que debería optarse por aquellas que fuesen menos letales para la salud pública, y por contra, a igualdad de riesgo, habrán de preferirse las actividades que más favorezcan la reactivación económica. Está claro, y hay que asumir que cualquiera que sea la opción se favorecerá a unos grupos y perjudicará a otros y por tanto,  las decisiones no pueden ser meramente técnicas y mucho menos basarse exclusivamente en criterios sanitarios. 
Hoy desde el neoliberalismo económico, que siempre aboga por desvincular las decisiones económicas de la política, están exhortando al Gobierno a gastar, como en 2008, hasta que los mercados nos cantaron que nos encontrábamos en un sistema que denominábamos, ignorando el porqué, “globalización” y aparecieron la prima de riesgo, la troika, los hombres de negro y las políticas de austeridad de cuyos efectos calamitosos aun nos resentimos, unos más que otros.
El Gobierno no puede ni tiene derecho a permitir que se destruya toda la estructura económica con la excusa de que sigue los consejos de la comunidad científica, sería ingenuo por no decir criminal la idea de -ya la reconstruiremos más tarde  mediante unos nuevos “Pactos de la Moncloa”-, ni es aceptable que como única receta caiga en la suposición, más ingenua aún, de que Europa va a venir a salvarnos “Plan Marshall”.
No se trata de equiparar la salud con la economía, pero nos guste o no, la economía es el soporte de la salud. Las políticas sanitarias y sociales no se mantienen por el mero  voluntarismo o las proclamas. La economía impone sus exigencias, que pueden ser muy duras para todos, pero muy posiblemente de no tomarlas serán mucho más dramáticas para los que tienen menos medios de aguante y defensa y sin duda los que conocen  más de cerca la escasa distancia que hay entre la economía, la salud y la vida. 
Nada  invita al entusiasmo mientras no se despeje el confuso panorama, tanto sanitario como económico, al que tendremos que enfrentarnos durante los próximos tiempos.

domingo, mayo 10, 2020

La realidad económica y los mercados financieros.



El estropicio económico causado por el coronavirus abrirá un socavón enorme en las finanzas públicas a resultas del brutal aumento del endeudamiento al que estamos abocados, por eso los “Austericidas” recomendamos reflexión y prudencia.
Recordemos la comedia famosa “El Convidado de piedra” de Don Antonio Zamora o de Tirso de Molina, vallan ustedes a saber, que en eso no entramos: “No hay plazo, que no se cumpla, ni deuda que no se pague”.
El índice de Deuda Pública/PIB, tan citado, se encuentra actualmente en torno al 100%. Conviene saber que es un porcentaje resultante de (DP/PIB)X100. Consecuentemente si el numerador aumenta y/o el denominador disminuye, el índice aumenta; dándose la “tormenta perfecta”  al concurrir las dos circunstancias, que es el caso en el que se encuentra nuestro país actualmente, por desgracia. Se espera una enorme caída del PIB y  un desmesurado incremento de la Deuda Pública causa tanto de la bajada de ingresos del sector público como por el fuerte incremento del gasto necesario para paliar los efectos económicos y sociales causados por la recesión.
Pudiera ser, tal parce, que al segmento “Turbo” del Gobierno, ante el colosal incremento del déficit y del endeudamiento público derivado de la epidemia, le diera por pensar que había llegado el momento de implantar todas aquellas medidas de su programa que deseaba poner en práctica, pero que la disciplina presupuestaria y las autoridades de Bruselas se lo impedían. Y pudiera ser conociendo a D. Pedro Sánchez, que acepte el “patadon y palante”, a sabiendas de que la situación llegaría a ser insostenible.
-A largo plazo todos muertos, el coronavirus lo tapa todo y de momento libramos. (Ivan Redondo, estratega)
Pedro Sánchez, confía en que Europa le sacará las castañas del fuego, mucho esperar de la U.E. Es verdad que la política de Bruselas ha aflojado respecto a la crisis anterior, y al menos a corto plazo no van a exigir la estabilidad presupuestaria con la misma rigurosidad, pero también es cierto que el grado de endeudamiento actual del sector público español es incomparablemente más alto y roza los niveles límite. Incrementarlo nos introduce en un terreno nidio y arriesgado.
Es muy cierto que los mercados están a día de hoy contenidos por el BCE, que está suministrando liquidez y compromisos de compra de títulos públicos,   impidiendo que las primas de riesgo se disparen pero no sabemos hasta cuándo va a tener pertrechos para frenarlos si la economía no logra recuperarse en un plazo de tiempo razonable, ni tampoco hasta qué momento los halcones del Norte van a permitir que lo haga, y si será capaz de conseguirlo cuando los déficits públicos hagan su aparición con toda su crudeza. La sentencia del Tribunal Constitucional alemán ha sido todo un aviso.
El pasado jueves, el Tesoro  Público español  buscó recursos financieros mediante emisión de Deuda a medio y largo plazo, en la que los tipos de  interés  han bajado de forma significativa. Los bonos a 3 años han caído casi hasta el 0% (rozando de nuevo los tipos negativos); lo mismo ha sucedido con los bonos a 5 años  y hasta con los de 15 años.
Está produciéndose un abaratamiento de los costes de financiación en una situación económica que se  ha complicado fuertemente, lo que quiere decir que las emisiones de activos deberían estar realizándose ahora bajo una presión  bastante superior y por lo tanto con tipo de  interés claramente más elevados.
La emisión de Deuda tiene  por finalidad buscarle una salida a la crisis económica en la que estamos de nuevo metidos y las actuales circunstancias piden  un cierto grado de audacia, pero si ignoramos olímpicamente unas  normas  respetuosas de la ortodoxia financiera podría llevarnos, a medio plazo, a la quiebra y esa no parece una alternativa deseable.
La esperanza del Gobierno de que vayan a llegar de la Unión Europea transferencias suficientes como para tapar un agujero por importe superior al 10% del PIB, son a día de hoy, fantasiosas y vanas.
 Recuerdo a los lectores, la entrada en este blog del pasado día 5.
Buenos días, en esta mañana de orbayu y morrina.


sábado, mayo 09, 2020

¿Toda la culpa del COVID-19 ?


Los efectos económicos de la epidemia van a ser devastadores, nadie lo niega, pero:
-¿Se van a atribuir al COVID-19  los que provengan de la incapacidad del Gobierno? 
Si nos retrotraemos a principios de 2020, cuando el drama del “coronavirus” era poco más que un cuento chino, nos encontramos con que el Gobierno, nacido gracias a un combinado muy difícil de concordar, se encontraba en punto muerto. 
·         No había podido aprobar su propio presupuesto en los dos años anteriores; había renunciado ya a presentar los de 2020  y parecía difícil conseguir el consenso necesario para la aprobación de los de 2021. 
·         El déficit de 2019 se había desmandado y  2020 no se presentaba mucho mejor. Los datos presentados ante el Eurostat[1] fueron rechazados a pesar de presentarlos infantilmente maquillados -no se puede elevar solo el gasto sin incrementar los ingresos- y al tándem  Sánche-Iglesias no le apetece subir los impuestos -el gasto da votos, mientras que la subida de impuestos los resta-. A las medidas populistas en el gasto no las acompañan de una verdadera reforma fiscal, capaz de proporcionar los recursos necesarios. 
·         La actividad económica entraba en desaceleración, el empleo comenzaba a cambiar de signo, el desempleo detenía su descenso y se adentraba en una tendencia alcista.  
El Gobierno estaba en una maraña de difícil salida: malas perspectivas económicas; sin poder aprobar los presupuestos; las finanzas públicas cada vez más desfavorables; con dificultades para introducir las medidas prometidas y extorsionado por los “socios” que le habían llevado al poder.
Pero partir del 9 de marzo El COVID-19 se adueña del escenario ocultando todos los yerros, pasados y futuros, cometidos por el Gobierno. Es más, la crítica es proscrita: 
-¡Hay que arrimar el hombro!
O apoyo incondicional a Pedro Sánchez, o estás en contra de la reconstrucción de España. La lógica se doblega ante la alarma. 
-¿Será esa misma lógica la que conducirá las políticas de la recuperación económica del Gobierno?
Me echo a temblar. 
Buenos días y mucha suerte, como dicen los “flamantes”.



[1] La Oficina Europea de Estadística, más conocida como Eurostat, es la oficina estadística de la Comisión Europea. Dos de sus papeles particularmente importantes son la producción de datos macro-económicos que apoyan las decisiones del Banco Central Europeo en su política monetaria para el euro, y sus datos regionales y clasificación (NUTS) que orientan las políticas estructurales de la Unión Europea.