Parece de Perogrullo decirlo, pero es absolutamente necesario:
Este partido ha de defender, como forma de Estado una República.
Preferiblemente, por la necesidad de fortalecer la figura del Jefe del Estado, mejor presidencialista o semi-presidencialista. Unitaria, apropiadamente descentralizada, o federal con competencias fundamentales asignadas al “Estado Central”, mejor que una confederal.
Una República con un fuerte componente social, en la que se amplíe el Estado de Bienestar y se mejoren los servicios públicos esenciales ( justicia, educación, sanidad, pensiones, atención a desfavorecidos, etc.), a través del esfuerzo fiscal apropiado y la máxima eficacia y eficiencia de la Administración del Estado. Que garantice el derecho a la propiedad de los recursos económicos, la iniciativa empresarial privada y a la libertad de mercado.
Una República en la que se haya separado la actividad política de todo privilegio, por razón de cualquier índole. En la que se favorezca el florecimiento de la sociedad civil, se prime el debate, la discusión y la participación, en la que los ciudadanos no se vean constreñidos a la hora de expresar sus opiniones ni sus opciones.
Una República que ejerza su función educadora, fomentando las virtudes públicas, el civismo, la cohesión social y territorial. Que desde el respeto a la diversidad y particularidades dentro del Estado, contrarreste nacionalismos excluyentes, fomentando un verdadero “patriotismo”.
Patriotismo en su auténtico sentido de afección a la comunidad política. La patria, personificada jurídicamente por un Estado que desarrolle un buen gobierno; que garantice amplias libertades; que provea las más altas cotas de justicia social, de solidaridad, de bienestar; que facilite a los ciudadanos desarrollar sus proyectos personales sin sumisión a poderes injustificados, etc. Es decir, basada en una integración política y no en nacionalismos irracionales, monolíticos y sectarios.
Una República, fundamentada en el lema tan conocido como poderoso, para determinar políticas públicas concretas:
¡Libertad, Igualdad y Fraternidad!
Un movimiento republicano que abrace los principios señalados anteriormente, en el que siguiendo a Azaña: “todos quepamos y a nadie se le proscriba por sus ideas” y ponga en su bandera el citado lema, tendrá futuro.
Tendra futuro, si es capaz de sintonizar con los sentimientos y los anhelos de muchos ciudadanos que, conscientes de la gravedad de la situación actual y deseosos de dejarla atrás, se vean animados a la acción política constructiva para avanzar en la búsqueda de un futuro mejor para todos.
Consecuentemente, me permito, desde aquí, en atención a la escasa dimensión del republicanismo español actual, pero también el enorme espacio que las fallidas instituciones actuales están dejando a un movimiento regenerador, que sólo puede tener las características del republicano, animar a fundar un nuevo partido por fusión, integración o formula que se precise, que ocupe el lugar en el espectro político español que, histórica y legítimamente, le corresponde.
Amigos republicanos:
“La República será democrática o no será. De esta manera los republicanos venimos al encuentro del país, no como estériles agitadores, sino como gobernantes; no para subvertir el orden, sino para restaurarlo; no para comprometer el porvenir de la nación, sino como la última reserva de esperanza que le queda a España de verse bien gobernada y administrada, de hacer una política nacional” M. Azaña ( Sep. De 1930)
S&R
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