Teniendo en cuenta que no hay nadie que sea capaz de determinar la dimensión y el alcance de la crisis económica por la sencilla razón de que se desconoce por completo la duración de la epidemia, y si va a tener punto y final o se trata de una infección sistemática a la que nos tendremos que acostumbrar, el impacto en la economía europea y mundial es una auténtica incertidumbre y solo videntes y profesionales del cuento se atreven a poner un horizonte al caos que nos angustia.
Ante la ausencia de certezas sobre el estado en que quedará la economía mundial, europea y la española, agrietada por tantas anomalías, aventurar cuándo se restaurara en España la República, es imposible.
La República será una opción esperanzadora de futuro democrático, sobre todo, si es asumida por todos, derechas e izquierdas, como la conclusión unitaria, natural e integradora de la evolución política de España.
El republicanismo en España no puede ser un asunto de historiadores o estudiosos exclusivamente; ni algo marginal que sirva de refugio a un extremo del arco político; ni mucho menos banderín de enganche de los que se han quedado sin banderas que agitar, manteniendo el secuestro de la República y estimulando el descrédito del republicanismo.
¿Existirá España?
S&R
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