A la crisis del COVID-19 (Sanidad, Economía y Empleo) hemos
de añadir la crisis institucional causada por un Gobierno quebrado por el disparate político
del pacto para la derogación integra de la reforma laboral, que afecta a:
a. La estabilidad del
Gobierno de coalición del PSOE y UP, donde se han enfrentado públicamente los
vicepresidentes Nadia Calviño y Pablo Iglesias.
b. El PSOE, sostén del
Gobierno, con la pelotera entre Ábalos secretario de organización y Lastra portavoz del grupo parlamentario
socialista.
c. El estupor de muchos
socialistas, entre los barones regionales pulula la idea de que se trata de
un acuerdo innecesario, que sólo beneficia a Bildu, aunque
muestran su apoyo al Gobierno, en distintos grados y matices:
·
El
presidente de Castilla-La Mancha, rechazando
rotundamente el pacto y subrayando que da “por no hecho”
el acuerdo firmado por los portavoces parlamentarios de PSOE, Unidas Podemos y
Bildu, apelando a construir consensos,
pidiendo que se tome a Ciudadanos de ejemplo.
·
El presidente de Aragón, ha dejado entrever su
malestar y ha hecho hincapié en que los
acuerdos que comparte son aquellos que se hacen con los partidos que creen el
futuro común de los españoles”, citando, en concreto, al
partido de Arrimadas y al pacto logrado.
·
El
presidente de Canarias, ha
pedido al Gobierno que aclare el contenido del acuerdo entre
PSOE, Unidas Podemos y Bildu, que ha recibido con sorpresa, en él que se contempla una mayor
capacidad de endeudamiento y de gasto
para el País Vasco y Navarra, además de la derogación
“íntegra” de la reforma laboral.
·
El
presidente de la Comunidad Valenciana, ha
dejado claro al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que el nuevo marco
laboral que rija en España se debe hacer desde el acuerdo y no se puede obviar,
en ningún caso, el diálogo social.
·
El
presidente del Principado de Asturias, ha dicho que prefiere centrarse en la
derogación de la reforma laboral como una cuestión incluida en el programa de
Gobierno entre PSOE y Unidas Podemos, y no con quién se ha alcanzado el pacto.
·
La presidenta de Navarra, ha considerado de igual forma: “no hay que ver tanto con
quién sino para qué; y, si las medidas son buenas, lo son independientemente de con quién
se firme”.
·
La
presidenta de La Rioja entiende que, el asunto de la derogación de la reforma
laboral está incluido en el programa electoral y en el pacto de Gobierno con
Unidas Podemos y, por tanto, “sigue vigente”.
·
La
presidenta balear y el presidente de Extremadura, parece que prefieren no
entrar en el asunto
d. La retirada de la
CEOE de la mesa del ‘diálogo social’ a la que hay que añadir que el PP se replantea su presencia en la Comisión del Congreso para la Reconstrucción
Económica del país al igual la propia CEOE mientras el Gobierno no renuncie
por escrito a la reforma íntegra de la vigente reforma laboral.
Todas
heridas profundas en el seno de la
estabilidad institucional que en el peor escenario de nuestra historia nos hacen temblar por la debilidad del
Gobierno, debilidad que nos deja al capricho de aquellos que siempre sacan
tajada, añadiendo más preocupación a la situación.
De
pronto, lo que parece que no ha sido un error, hace que la legislatura se tambalee
sin motivación alguna, cuando a nadie se le escapa la necesidad de un Gobierno
estable y moderado que al margen de la “desescalada” sanitaria, plante cara a la destrucción de más
de un millón de empleos, el cierre de miles de empresas, el déficit, la caída
del PIB y la deuda del Estado. A lo que debe añadirse que nuestra principal
industria -el Turismo- depende de las inseguras vacaciones de verano, por no
mencionar la incertidumbre sobre un posible repunte de la pandemia a principios
de otoño.
El
corolario a todo esto no puede ser otro
que la necesidad de un Gobierno estable, con una mayoría parlamentaria
suficiente, que con una gestión moderada y razonada, ofrezca a los mercados
internacionales y a la UE un marco de confianza y seguridad jurídica, lo que
resulta inimaginable en este nuestro sufrido país, pero que ahora más que nunca
es imprescindible para recuperar los empleos y la economía.
Setenta
y dos
horas después seguimos sin saber el alcance del acuerdo con Bildu,
ni las consecuencias para la reforma
laboral -probablemente pocas-,
excepto que los acuerdos con el País Vasco y Navarra nos van a salir más caros
y que Iglesias está más cómodo con Bildu que con el PNV y que prefiere los
acuerdos con ERC antes que con Ciudadanos por lo que ha montado este sainete,
este “golpecito” que ha hecho trastrabillar al Gobierno.
Y
mientras, Nadia
Calviño, vicepresidenta segunda del Gobierno y responsable de Economía, tiene
que encarar la más importante crisis económica del país del último siglo,
actuando en tres frentes:
a) la gestión económica
y social de la crisis.
b) la relación con la UE
de cara a las ayudas y rescate financiero que España espera recibir de
Bruselas; y
c) la elaboración de los
Presupuestos de 2021.
Tarea
para la que necesita la participación integra del Gobierno, respetando su
liderazgo en materia económica, sin tener que cargar con decisiones impuestas
por otros miembros que antepongan sus compromisos ideológicos al bienestar del
país; tal y como lo hemos visto en su respuesta: “lo ve absurdo y contraproducente derogar la última reforma en plena
recesión y creando una grave inseguridad jurídica en el país”, rechazando
el pacto.
Como
deberá oponerse a la pretendida reforma fiscal de “impuestos contra los ricos de Iglesias” –que perjudicará a los
pobres- para iniciar la tan necesaria e inaplazable "Reforma Fiscal", como se opuso a los disparates del ministro Garzón contra el turismo,
y también a la “renta básica” en los
términos que plantea UP -coladero incontrolable para los más de dos millones de
ciudadanos de la economía sumergida del país que ahora van a poder cobrar dos
sueldos-.
La
UE no aceptará a España despilfarros de propaganda populista, ni de compra de
voluntades políticas. Antes al contrario, ejercerá un control estricto del uso
de los fondos europeos que puede recibir España por los distintos conceptos. Por
todo ello el presidente del Gobierno deberá estar muy atento a los desatinos de
Iglesias y su recua.
¡Es el rescate
amigos! Y
no hay brujo de la Moncloa, ni conjuro de Sor. Patrocinio[1] que valga.
[1]También conocida como la Monja de las Llagas, fue una
religiosa española de gran presencia en la vida social y política española
durante la segunda mitad del siglo XIX, debido a la influencia que ejerció
sobre la reina Isabel II.