Dentro de unos días la campaña electoral entrara en la fase de reclamar el voto útil, los partidos mayoritarios y los que no lo son tanto, plantearan y apelaran al voto útil.
Como avaros enloquecidos, mendigarán un voto que saben que no es suyo. Reconocen no merecerlo, al carecer de la confianza de su dueño, al que no han convencido con sus propuestas de futuro ni con sus actuaciones pretéritas, al que renuncian a ilusionar; es de otros, y como busconas le ofrecen sus carnes de “viejas putas” en la confianza de que perezoso, holgazán, indolente o desidioso, se lo ceda, renunciando al derecho a expresar con él, la voluntad de su libertad.
Su rapacidad, hace que sus medios afines hablen de que les van a robar votos, -UPyD robará votos al PP y/o PSOE; I. Republicana hará lo propio con PSOE e IU-, etc.-, ¿Cómo se puede tener tal codicia, y hablar de los votos como si les pertenecieran?, ¿Es que los votos pertenecen, por naturaleza al PSOE, IU o al PP?
El voto es la libre manifestación de la voluntad individual, y cada uno hace con él lo que le da la real gana; si el libre ejercicio de este derecho crea problemas de orden práctico, búsquese solución a los mismos o modifíquese la Ley electoral y llegado el caso, la propia Constitución.
El voto útil es, paradójicamente, un voto inútil, ya que, si todos lo practicáramos, el funcionamiento de nuestro sistema político no cambiaría nunca, y la “clave” de la democracia reside precisamente en el cambio.
Por tanto, si solo sirve para apoyar la situación actual, independientemente de a quién se le otorgue, debemos ceder a la mendacidad y practicar el VOTO ÚTIL, cerrando las puertas a nuevas alternativas políticas, y, además, dilapidar el derecho a expresar nuestra voluntad mediante el voto.
Mi voto sí será útil.
S&R
jueves, febrero 21, 2008
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