¡Viva la VIDA!

La tristeza tras el atentado de ayer, que sólo tiene unos responsables y unos culpables, los etarras asesinos, no debe impedir abordar o limitar las consideraciones que como sujetos “pacientes” tenemos sobre el llamado "proceso de Paz". Y allá vamos:

Desde que ETA anunció unilateralmente el “alto el fuego permanente” asistimos con estupor a una serie de despropósitos por parte de los políticos y las fuerzas políticas oficiales –léase partidos políticos mayoritarios, sus prohombres y organizaciones sociales paralelas- pues los unos y los otros comprendieron que si el proceso llegaba a buen fin sería un éxito tan grande que bien administrado garantizaba el triunfo como mínimo en las dos legislaturas próximas, y a partir de ese momento ya no les importó la paz, ni las victimas del pasado ni del futuro, ni un Estado coherente, ..., nada, se impuso para unos la permanencia en el poder y para otros el quitarles una baza tan suculenta.

En el PSOE –como bien dijo y escribió un amigo republicano-se le da a la palabra "paz" un carácter taumatúrgico, el mismo carácter que dan al liderazgo del Sr. Rodríguez zapatero, pero las palabras por sí solas, o las ocurrencias, más o menos frívolas, no obraran milagros. El puesto de Ministro del Interior es apetecido y el astuto Rebalcaba se apresura a quedarse con él, no se apresuró tanto ayer a dar una explicación a los ciudadanos –nadie quería hablar- tampoco explico mucho en los últimos meses, pero esto ya nos claro el Sr. Blanco –D. Pepiño- “ese era un asunto para entendidos”, aquel día me acordé del cura de mi pueblo cuando nos decía que las cuestiones de Díos eran para ellos que las entendían, que nosotros tuviéramos fe y que rezáramos. Y pasaron los meses, y la cantara se rompió y nos jodimos todos.

En el PP, tocaron a arrebato, unos terroristas mataron a destiempo y perdieron las elecciones –los dislates de los ocho años anteriores no tuvieron nada que ver- y otros terroristas dejan de matar y les birlan el gobierno los próximos cuatro u ocho años, en consecuencia el objetivo prioritario del partido no podía ser otro que dinamitar el proceso.

Tras estas dos actitudes tan ejemplares, algunas más hay, hemos de reconocer que los únicos serios, rigurosos y coherentes son los terroristas, son asesinos y cuando lo consideran oportuno matan.

Langreo, último día del año en que algunos conmemoramos 75 aniversario de la IIª República y que los otros, con exito, convirtieron en el 70 de la guerra civil, con rabia decimos

¡Viva la VIDA!