El año que iniciamos se augura, en varios sentidos, como un año de transición, la única cita electoral será la de Cataluña, si la crisis no empeora y las precipita, pero nuestro compromiso de liberales de izquierdas, nos obliga a seguir empeñados en defender nuestro programa, en todo momento y lugar; es necesario acabar con la pesadilla del pensamiento único nacionalista, la ascendente corrupción pública, la chochez educativa, la manipulación informativa y la decrepitud económica.
Recibimos pues con inmensa alegría, que hoy en la “radical” ciudad de Gijón, a las seis de la tarde, se haya formalizado la fundación de Ciudadanía y República en una Notaría de la ciudad.
Nada nuevo, oiremos decir a algunos, y aciertan, son los liberales de izquierdas, los radical-socialistas, que una vez más, sin trampa ni cartón y diciendo lo mismo en todos los sitios, proponen a los ciudadanos y ciudadanas libres y virtuosos, la regeneración democrática. Y lo hacen desde un partido político, de verdad, no de un pedestal para recibir loas, por muy merecidas, que las hay.
Un partido político democrático, no ha de ser otra cosa, que un instrumento creado para llevar a las instituciones un programa propuesto a los ciudadanos, Por eso su primer compromiso y responsabilidad ha de ser concurrir a las elecciones y entrar en las instituciones si gana la confianza de suficientes votantes.
Un partido que nace con una política de puertas totalmente abiertas, basado en la confianza, pero refractario para aquellos para quienes la política no tiene ninguna importancia real y que reservan todos sus esfuerzos a las intrigas y a la acaparación del poder
Un partido político que en breve celebrará su Congreso Constituyente, donde todos los afiliados pueden presentar su candidatura a cualquier órgano y ser votados por sus compañeros en condiciones de igualdad, sin filtro ni aval previo y sin reservas de cuotas de ningún tipo, donde los delegados representan a la totalidad del partido, sin mandato imperativo, de modo que puedan votar lo que consideren mejor tras el debate; en el que se abunde en definir más el proyecto político, incluyendo la reforma constitucional para adoptar una forma de Estado republicano y federal.
Tarea tenemos por delante
S&R
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