lunes, abril 13, 2009
Del laicismo y su hipocresia.
“El Santísimo Cristo Resucitado y María Santísima Reina de los Cielos fueron procesionados hoy, Domingo de Resurrección, por las calles del centro histórico de Málaga, acompañados por numerosos malagueños y poniendo así el broche de oro a la Semana Santa de este año, marcada por una alta afluencia de visitantes y por la buena climatología, … ”.
Es esta una crónica habitual en los diarios de cualquier ciudad de España.
Fervor, religión, cultura, turismo, ..., son ingredientes que benefician económicamente, quien lo duda. Pero no vale ser laico para unas cosas, y cristiano para otras, por mucho que les pese a unos u otros, si somos un estado laico, no podemos seguir justificando cosas como durante la dictadura del general Franco -el nacionalcatolicismo- que llevó a la Semana Santa a ser una cuestión de Estado, en la que los pasos iban acompañados por las bandas de las distintas unidades militares y por compañías completas; redimían presos y desfilaban por las carceles. Si la democracia ha sustituido los reclutas gratis por soldados de 1.200 euros, ¿Por qué no se hace lo mismo con la semana santa?
Los rumores de todo tipo sobre la ausencia de las Fuerzas Armadas en los desfiles de Semana Santa han sido constantes, pero finalmente los militares han acudido a su cita anual, como siempre, por mucho que nos vendan la imagen de que somos un país moderno, democrático y laico, donde se respetan todas las culturas y todas las religiones.
Y la Legión desató pasiones el Jueves Santo en la explanada de Santo Domingo (Malaga).
S&R
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