jueves, enero 24, 2008

“El Parlamento”: Apuntes para unas elecciones (VII)

En días pasados habíamos dado por convenido que el Estado de derecho tiene como pilar fundamental la división de poderes y en España el deslinde entre los mismo es cuestión que no termina de resolverse, siendo motivo de descrédito de la propia institución en este caso, el Parlamento, teniendo un efecto inmediato en la baja participación electoral y consecuentemente en el descrédito del sistema democrático.

La Constitución define a España como una monarquía parlamentaria, figura que sirvió en nuestro caso, para consolidar la decisión de Franco de instaurar una “monarquía de nuevo cuño”, pero, desgraciadamente, en el largo periodo de la Transición, no se ha conseguido que el Parlamento ejerza su papel y desarrolle sus competencias; muy al contrario ,el sistema se comporta “facto”, como una democracia presidencialista ya que el Congreso de los Diputados renuncia al ejercicio de su capacidad de iniciativa y se limita a ir a remolque del gobierno –que es nombrado por el presidente del mismo-. Es cierto que la tarea de fiscalización por su normativa es complicada pero está condenada a la esterilidad ya que no se ejerce por los diputados pues en muchos casos supondría contravenir la disciplina de partido.

Esta situación motivada por el poder absoluto de los dirigentes de los partidos y a la “válvula de seguridad” llamada “Moción de Censura Constructiva” que como todo el mundo sabe consiste en que no se puede censurar al gobierno si se presenta un candidato a la jefatura del mismo, apoyado por la mayoría absoluta, lo que permite a gobiernos sin el apoyo de la mayoría permanecer en el poder. Como por otro lado la figura del Jefe del Estado al no tiener origen democrático, carece de iniciativa en esa materia, lo que coloca al Jefe del Gobierno en el epicentro del sistema.

Que decir del Senado, cámara de representación territorial, sus escaños sólo sirven para premio o aparcadero de políticos amortizados, tan asumido está que es un “cementerio de elefantes” que ya nadie duda de la necesidad de su reforma, que se retrasa por no abrir la caja de Pandora de la reforma constitucional.

La democracia Española necesita fortalecer sus usos parlamentarios, dotándose de verdaderas capacidades de iniciativas y fiscalización del Gobierno. Es una necesidad que la moción de censura constructiva sea suprimida, permitiéndose a la mayoría ejercer este derecho, sin necesidad de aportar un candidato, pues en caso de que la misma prospere, se proveería el mismo por los cauces establecidos. La regulación de este nuevo marco ha de basarse en el reforzamiento de las competencias del parlamento, garante de la libertad de los españoles.





SyR

1 comentario:

Movimiento Argenlibre dijo...

Nuestros Respetos y Saludos

Movimiento Argenlibre