El P.P. pretende restarle votos a Cascos poniendo frente a él a Dña. Mercedes y a Rozada que hasta hace cuatro días le reverenciaban como líder y apoyaban en su regreso a la política asturiana, coherentemente pues sus trayectorias políticas están estrechamente vinculadas. ¿Paradoja asturiana? Mas bien -entiendo yo- que la política hace de Asturias, una vez mas, esperpento y “Corte de los Milagros”.
Rozada apoyo con su presencia en Valencia de don Juan a Cascos cuando inicio su reenganche en la política citando la “vieja y nueva política”, tildo de “reuniones de chigre” los encuentros de dirigentes de P.P., presididos por D. Gabino , en los que se rechazó su candidatura a la Presidencia.
Y Dña. Mercedes, en Gijón, en los actos de apoyo a la candidatura de Cascos en Asturias, hasta el momento en que rompió con su partido y fundó Foro.
¿Habra pelea, o simple pelotera? Los dos le acompañaron durante muchos años y en ellos depositó toda su confianza ,y los dos escenificaron su veneración por el líder y lo colmaron de elogios.
Cascos esgrime argumentos que en su mayoría son ciertos, pero también obvios y conocidos, y no se puede olvidar que él fue el único dueño y amo principal del P.P. desde la pre-democracia hasta que cansados de sus caprichos -ahora si, ahora no- la nave le dejó en tierra.
Y la derecha asturiana busca desesperada un “patrón” que le muestre la luz y la guíe; cuenta por un lado con un P.P. descabezado, saturado erráticos y acomodados profesionales de la política, y por otro Cascos, que se ha reinventado a sí mismo, arremetiendo contra todo, con un discurso que el P.P. no tiene, a pesar de buscarlo desesperadamente. Dos facciones, una de ellas, la sin cabeza, nos ofrece dos líderes que veneran a la otra.
¿Habra pelea?
S&R
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