Rubalcaba-Chacón: El Guiso (II)

Puede parecer, por el último Comité Federal, que para la cúpula del PSOE la débacle del 20N sólo se ha debido a la crisis económica y no a los fallos en la estrategia, a la ausencia de planteamientos ideológicos, a la nefasta comunicación, a la desmotivación en la afiliación, a la carencia de seducción del programa y el líder,…,… a todo.

Puede parecer, con respecto al cambio en la cúpula, que todo el mundo quiere saber quién es el líder y que no se preocupan por el programa, hasta Guerra dice: "hay demasiada gente preocupada por empezar la casa por el tejado… ".

Pero el núcleo del asunto no es una cuestión de nombres, sino de proyecto, quedarse con el cambio por el cambio, es una frivolidad. El PSOE tiene que saber recuperar un programa y no dar bandazos, la desorientación ha sido la principal causa de la espectacular derrota, la sensación de estar un día sosteniendo una cosa y otro día la contraria, no es posible que se corrija con un mero aclarado de cara.

Sin duda hay que pensar en los cargos, siempre que se atienda a la competencia de las personas, pero además y previamente es necesario un proyecto a medio y largo plazo, bien meditado, que describa unos necesariamente nuevos planteamientos socialdemócratas, ortodoxos en lo social y adaptables a la cambiante realidad europea, tan necesitada de una reforma profunda del modelo de crecimiento.

Es descabellado que el PSOE pretenda resolver sus problemas internos al tiempo que de conexión con la sociedad, mediante un congreso en el que lo único relevante será la confrontación Rubalcaba-Chacón, como parece ser la intención de la actual ejecutiva, fracasada y cobarde, incapaz de dar la cara y asumir los resultados de las urnas.

Todos sabemos que Zapatero quiere cerrar su ciclo, dejando atado y bien atado el futuro de su camarilla de “pijos”, “horteras” y “paniaguados”; que desea una nueva ejecutiva que se pase los días dando loas al incomprendido y sacrificado líder José Luis. Pero, puede permitirse esto el PSOE si quiere seguir siendo el irremediable referente para una opción de izquierdas en España.

Parece ser que si.

S&R