ESPAÑA NO ESTA PARA MAS MENTIRAS

Que larga y cansina se hace la proclamación del "nuevo rey". A pesar de las prisas y urgencias de la abdicación del "viejo rey" todavía  se desconocen las causas de la misma, los parlamentarios -serviles o republicanos- no han considerado oportuno preguntar, cuando era muy sencillo durante el tramite parlamentario de abdicación,  simplemente un ¿Qué ha pasado?, que seria lo mas natural del mundo.

Los súbditos quieren saber lo que ha pasado y los ciudadanos, mas díscolos, lo que va a ocurrir, porque se están ocultando datos esenciales y no se dice la verdad.

La ausencia del "viejo rey" en la ceremonia de la proclamación, no se puede ventilar con una explicación difícil de entender, salvo que resulten ciertos los rumores sobre una desavenencia familiar, causa ultima de la abdicación. Es cierto que cuando Juan Carlos es proclamado rey, noviembre de 1975, por las Cortes franquistas, lo hizo sin la presencia de su padre, pero por dos razones:

a) que siempre se opuso a la aceptación de la Corona por su hijo de manos del general Franco.

b) hacia meses que tenía prohibida la entrada en España y pisar el territorio nacional, por orden del Gobierno.

No se entiende esa decisión, no es creíble que estemos ante un problema de protagonismo, sino a razones ocultas que deberíamos conocer más pronto que tarde.

Pero ademas, el dislate es mucho mayor ya que vamos a tener dos reyes, el "viejo rey" -Juan Carlos- que se va a quedar a vivir en la Zarzuela, sede de la Jefatura del Estado, y el "nuevo rey" -Felipe- Jefe del Estado. Parece que nuestros políticos no saben diferenciar que la Corona es una cosa y la Jefatura del Estado es otra. La Constitución de 1978, acepta la Monarquía como forma de Estado sin pasar por un referéndum al respecto, pero no contempla la existencia de dos reyes, el pacto constitucional de la Monarquía instaurada por el Movimiento con los demócratas no llega a tanto.

España no está para mas mentiras y disimulos, la corrupción ya nos ha saturado, el país espera crispado y medroso por la recuperación de la economía y el empleo, el viejo rey y sus peligrosas amistades económicas y amorosas nos muestran una monarquía que no ha sido ejemplar, como obliga la Constitución, las estafas del yerno y de la infanta  han terminado por hacer recapacitar a los "JUANCARLISTAS". Mientras los lacayos del parlamento babean por la monarquía.

SyR